Desde el día en que nuestros caminos se cruzaron, todo cambió para mejor. Juntos hemos aprendido que el
amor verdadero no solo se siente, sino que se vive en cada detalle, en cada mirada y en cada momento
compartido. Somos refugio el uno del otro en los días difíciles, alegría en los días felices y el
mejor sueño hecho realidad.